RAPSODIA
Balconi di malate peonie,
a perir del bacio soleggiato
di un inverno di pazzie.
Intrecciano le scarpe
giovani elogi, a litigar
per poche ore di serenità.
Viscidi serpenti, a riposo,
sul mio ventre, mentre
paura, all’uscio, bussa
per la confusione;
come Nerone: fuoco al vuoto
potere di un falso imperatore.
Cedesi l’idea sofferta
che il tempo sia un’ingiusta marea.
All’accordo blasonato,
del mai respirato gioire,
di finire chiede e cede
passo all’imbarazzo,
il mio pensiero,
dedito allo spegnersi e
non a rifocillar l’ego.
Petrolio sgorga dalle mentali
pareti, come gole recise,
soffoca il padrone,
con silenziose ore,
di fobie rallentate.
Inno, questo non è,
ma sacro lamento,
in tono a nessuna melodia,
se non a quel vibrare
del giusto poco tempo,
di un’invivibile vita,
alla quale non so dire
«facciamola finita».
RAPSODIA
balcones con marchitas peonías
el soleado beso de un invierno absurdo
jóvenes elogios tejen sus zapatos
se disputan por unas horas de serenidad
babosas serpientes
descansan en mi vientre
mientras el confundido miedo
llama a la puerta como Nerón
¡fuego al poder vacío de un falso emperador!
(renuncié a la dolorosa idea de que el tiempo es una marea injusta)
al noble acuerdo, al júbilo inalcanzable
para extender la mano y dar paso a la vergüenza
para agachar la cabeza y no robustecer el ego
brota el aceite de las paredes mentales
como hendidas gargantas con silenciosas horas
de fobias retrasadas que asfixian al maestro
esto no es una rapsodia
es un lamento sagrado
una canción sin melodía
una vibración fugaz
de una vida invivible
en la que no sé cómo decir
acabemos con esto
IL PESO DELL’ODIO
La coltre infima, temprata in tutto,
lutto, a se, chiama, oltre il vagar,
di morte si profuma, annaspando:
come piuma resiste, eppur leggera;
come il vento, non distrugge, la singola piuma.
Ma arraffa e rovina e dilania ossessa;
solo a sé da pace, e anche ora, non importa quando,
è sempre peggio di prima.
Dio è lì, come neve, indifferente cade
e l’uomo è entusiasta, non vede i simili
morire, preferisce i fiocchi di ghiaccio,
belli come il nostro tempo,
temibili come spade.
Così termina la nostra era senza rilievo,
con la crudele speranza, che se
oltre noi, è il nulla, la morte è un sollievo.
EL PESO DEL ODIO
como la ondulante manta
así mismo, el luto llama
por encima de la errancia
es sacudida, entre el olor a muerte:
resiste como una ligera pluma
tan ligera como el viento
incapaz de vencerla
pero se apodera y arruina y perturba
ella sola se da paz a sí misma
incluso ahora, no importa cuándo
siempre es peor que antes
dios está allí, como la nieve
cae indiferente y el hombre se las cree
no ve morir a los demás
prefiere los copos de nieve
es tan bello como nuestro tiempo
tan terrible como la espada
no hay alivio para esta era
permanece la cruel esperanza
de que si más allá no hay nada
la muerte es un alivio
NEL FREDDO
Si macchiano d’Inferno,
i soffitti dei miei pensieri;
fuori, la mente: un turbinio,
di meraviglie e sensazioni.
Il ruscello che abbatte la ghiacciata;
i rami neri e spogli, in fondo freschi;
la tana, il nido e il freddo, fuori.
Non con felice idea,
ma singola cognizione,
chiedesi il mio animo
se solo l’uomo, del vivere,
abbia trovato il peggio.
EN EL FRÍO
se tiñe de infierno
el tejado del pensamiento
afuera, la mente
un torbellino de asombro
y ensoñación
el arroyo rompe el hilo
las ennegrecidas
y desnudas ramas
se humedecen por debajo
afuera, la guarida, el nido y el frío
que me dejen sin noción de la felicidad
pero con una certeza
a mi alma le pregunto
si tan sólo el hombre
de la vida
ha encontrado lo peor
ANNIVERSARIO
Sorge dalla terra,
il tempo per negarsi
il tutto della vita.
Si deprime il pensiero,
demoliscesi l’anima.
Ed è meraviglia,
questo eterno dolore.
ANIVERSARIO
surge de la tierra
el momento de negarse a sí mismo
la vida entera
la mente se deprime
el alma se abate
este dolor eterno
es una maravilla
IL FALLIMENTO
Il peso del giorno,
schiaccia in me,
la voglia di vedere il seguente.
Forse,
è peggio della morte
saper che la propria vita,
sulla bilancia dell’esistenza,
conta niente.
LA EQUIVOCACIÓN
el peso del día me comprime
el ansia de ver lo siguiente
quizás es peor que la muerte
saber que la vida de uno
en la escala de la existencia
no cuenta para nada
PIETRO EDOARDO MALLEGNI. (Carrara, Italia, 1 de julio de 1995). Desde muy joven alimenta dos grandes pasiones: la cocina y la escritura. En 2013, publicó, con la editorial Marco del Bucchia, su primera colección: Il dedalo in me, y ganó el premio Michele Mazzella con el acto Geshua e il crollo dell’io. En 2015, publicó otra colección de poesía titulada Il Dio Dada y se integró al movimiento poético-artístico italiano “Dinanimismo” liderado y fundado por Zairo Ferrante. Durante estos años tuvo la oportunidad de participar en varias antologías editadas por Ivan Pozzoni para la editorial Limina Mentis. Entre 2019 y 2021, obtuvo algunos premios como: Mención de honor del Concurso Internacional de Poesía Fiodor Dostoievski; Poeta finalista del Concurso Internacional de Poesía Il Federiciano; Mención Especial Premio Kalos II Edición; Poeta finalista del Primer Premio Nacional de Poesía Il Corvo. Luego, publicó dos poemarios más titulados Neurocidio y Il nulla, editados por las editoriales Limina Mentis y Europa Edizioni.
Cortesía del autor
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