VASTEDAD
En la jaula de soles
el resplandor busca un nido más alto
un pichón atrapado en la penumbra
ignora las garras
que aprisionan
su horizonte.
DE CALIMA
Todavía no era habitante de Calima
apenas pintaba un animal de pétalos
la sensación de un falso amanecer
Quería amar bonito a media luna
¿Cómo lleno de crueldad
repleto de dientes
la bestia que soy
se adentraría en la noche?
Hojas dobladas sobre los mundos
raíces alimentándose del blanco
Susurraban:
La muerte es un eterno despertar.
LOS GIGANTES INCOMPLETOS
a Piedad
Tenemos hambre yo lo sé
desde principio de la existencia esta depredación nos carcome
Amontonados estirándonos saliendo del fango
ramificados en un torrente de furias
Animal-montaña de infinitos dientes apiñados
que con sus garras se arrastra hacia el futuro
Cazador y recolector fascinado por la crueldad
¿Cómo resistirse a la devastación que somos?
Endurecidos por generaciones
apresurados en la resonancia de los instrumentos de hueso
ni la desesperanza la pobreza o las tragedias cercanas
pudieron suavizar nuestras maneras
Decimos hogar en una lengua de sangre
Los ojos un cielo incendiándose
nos vemos unos a otros
¡Extrañísimos!
solos en las incontables luces del amanecer
Sentenciados
por tanto esfuerzo fallido
pura ilusión de construir el amor
revueltos del vientre al pecho
luego habitantes de la incertidumbre
Hemos intentado doblegar el instinto
guardarlo en una sombra
mientras los imperios íntimos se desmoronan
el bucare en secreto florece
le van creciendo plumas pétalos y escamas
Tenemos hambre yo lo sé
nos alimentamos del animal dócil que nunca seremos
Desesperados
retratamos las formas de lo apacible
sin poder amansar el espíritu
La vida parece un verso azul
un tembloroso asombro
que se escapa entre los dedos
Jamás estaremos saciados.
LA ESTACIÓN DORMIDA
a Eloísa
Debe existir otra resonancia
una para respondernos
sin deshojar las lenguas
un túnel bajo el sonido
que nos deje tocar el agua
sin perturbar su forma
las palabras son durísimas
y aun así al decirlas van heridas
nunca he leído una palabra de amor
en el poema el amor es silencio.
HUNTER
Mi hastío
es una serpiente retorciéndose
bajo la mesa de la cocina
alguna cucaracha
que no me dejan montar en la cama
aves bellísimas que ofrendo a los dormidos
Profeso
una inmensa depredación
y esta noche veo a la presa más grande
Pájara luna
ven a jugar conmigo
¿no te aburriría morir de vieja?
FELIPE EZEIZA (Los Teques, Venezuela, 1999). Integrante del grupo Habitantes de la Calima. Ha diseñado y aplicado talleres de escritura creativa para niños y adolescentes, además de talleres enfocados en la construcción de bestiarios, y haikú. Mención publicación en el 6to concurso nacional de poesía joven Rafael Cadenas. Ganador del 5to concurso nacional de poesía joven Hugo Fernández Oviol. Ha participado en el Dossier de poesía venezolana de la Revista Kametsa, y en las antologías: Sequía (Editorial Senzala, 2020), Elogio a la brevedad (Túnel Diez ediciones, 2020), I Premio internacional de poesía Bruno Corona Petit (Ediciones Palíndromus, 2021). Instagram: @fray_bucare
Cortesía del autor
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